jueves, 15 de mayo de 2014

UN CUADRO ESPECIAL PARA UNA EXPOSICIÓN EXTRAORDINARIA











La composición inicial del cuadro tenía un cierto aire picassiano, más acusado aún en la simplicidad de las figuras en donde al movimiento de los dos personajes de la derecha del cuadro se contrapone la actitud hierática de la figura de la izquierda, muy próxima a los objetos artísticos del arte africano, por los que suspiraba el propio Picasso.










Aunque a veces me importune el "guardarlo casi todo" por aquello de acabar padeciendo el conocido síndrome de Diógenes y que la cantidad de papel acumulado me impida entrar en mi propia casa, es gratificante con el tiempo descubrir, por efecto de esa peligrosa actitud, esos tesoros que son retazos irremplazables de momentos vividos; testimonios de toda una vida que se valoran con el paso del tiempo; incunables insustituibles que arman los recuerdos de nuestra existencia. Escarbar en las grandes carpetas olvidadas durante algún tiempo sin saber de antemano lo que me voy a encontrar es un placer el que nunca renuncio, y así rememorar de manera intermitente y con cierta melancolía el tiempo grafiado en los documentos hallados, con más acusado sentimiento si éstos recuerdan las vivencias de tus hijos, como los encontrados en aquella carpeta.

Un día abrí una carpeta que se amontonaba junto a otras en mi estudio, reconociendo en sus rígidas tapas azules el enorme cartapacio con el que mi hija Elena --con doce años-- acudía a las clases de dibujo y pintura de Telma --conocida pintora y vecina de la zona donde resido-- y en su interior, revolviendo las láminas de pintura, descubrí con satisfacción en algunas de ellas composiciones y colores muy sugerentes, y ¡sorpresa! la carpeta guardaba también las planchas originales de cuero repujado con los dibujos de las láminas impresos por la gubia en el vaciado del cuero; todo un descubrimiento para futuras impresiones.Las guardé de nuevo como se guarda un tesoro, junto a sus ilustraciones: algunas parecían inacabadas y ofrecían un gran potencial para posteriores composiciones; otras aparecían listas para su exhibición inmediata.

Una de las primeras en especial me llamó la atención: tres figuras con instrumentos musicales delineadas en dibujo de caligrafía a través simplemente de suaves líneas del mismo color de témpera azul ejercían su acción sobre un campo inacabado, pareciendo levitar en un sugerente fondo luminoso con textura en amarillo brillante en ausencia de planos opacos de color, de tal forma me entusiasmó que la dejé aparte para, con licencia de la autora, valorar, en actuación en la propia pintura, estas figuras que parecían muy apagadas, sin contraste con los fondos de la cartulina.

Ocasión que se presentó cuando mi hija Miriam requirió mi colaboración para una exposición de pintura de varios artistas a favor de Pili --su amiga que ya empieza, con ayuda de fisioterapeutas, a erguir su cuerpo-- a celebrar durante las fiestas de Navidad de dos mil trece, en la Casa de la Cultura de Majadahonda en Madrid. Aunque al principio pensé en cualquiera de mis numerosas obras figurativas que conservo, luego pensé: Qué mejor ocasión y que más acertado tema: el de la música, una de las pasiones de Pili (Historia de una superación publicada en el blog el 21.1.2014: "Las paralelas no siempre se cruzan en el infinito").


Lo primero era dar título a la temática ya impresa: "3múSIcos", rebuscando en éste el mismo asunto de la conocida obra picassiana --"Los Tres Músicos"--, aunque no tuviera, ni por asomo, siquiera la intención de su reinterpretación; sólo la finalidad simplemente de , apuntalándome en un lenguaje artístico conocido, indagar en un discurso en el que apoyar la obra creativa sin el cual ésta, cuando uno no es un artista consagrado, queda algo vana. Es una práctica constante en mi vida: cuando estoy algo o muy perdido indago en los grandes maestros, en los genios. Es un muy recomendable ejercicio.

Con esas premisas recuperé el tercer color primario que faltaba para, mediante un plano continuo de color rojo, poner en tierra a los personajes; plano girado hasta verlo de frente, como lo hacían los pintores cubistas, mostrándolo al espectador en su verdadera magnitud, en donde se han grafiado los detalles del propio suelo aprovechando el dibujo del repujado de las mismas planchas de cuero, con lo que las figuras recobraban definitivamente su insinuada autonomía en el espacio: la distancia de cada una respecto de las demás. Después, respetando el lenguaje caligráfico de los personajes y actuando sólo en los espacios en blanco valoré, a continuación, con los colores primarios los tres instrumentos musicales, contrastando el color de cada uno con el fondo en donde se ubicaban. Faltaba por último ambientar ese espacio luminoso de un sol radiante por donde se expandía la melodía salida de las entrañas de los instrumentos musicales, entendiendo que su tratamiento no debiera ser con dibujos ni planos de color sino estructuras caligráficas ya impresas simulando las barras de las notas musicales y las líneas de los pentagramas; y que mejor procedimiento que el que utilizaban los primeros cubistas --cubismo sintético--: el collage con hojas de periódico: la música partiendo de los instrumentos embelesa el oído al que envuelve esparciéndose en el aire a un lado y otro del cuadro. Para más detalle utilicé una hoja de un diario de tirada nacional con noticias del año mil novecientos sesenta y ocho; año en que estudiando historia del arte en sexto curso de bachiller descubrí a Picasso: toda una intención.


Composición definitiva del cuadro

Sólo a los efectos prácticos de poder hacer efectiva la venta del cuadro para tan noble fin, quedando validado por artista pintor, convine con mi hija el firmarlo en solitario aunque a mi firma he añadido un código (EM&FM19912013) que indica las iniciales de la autora de la génesis y las del autor de la conclusión de la obra, así como los años de su iniciación y el de su finalización. A cada cual lo suyo; a cada uno el momento creativo que le pertenece. Sólo quedaba la presentación de la pintura cara al público; fase de elección de enmarcado que, como artista total, considero importante. Entendí que su elección debía tener relación con la obra a exponer: para el marco y fondo elegí un futurista color metálico que valoraba aún más los colores, resaltando por contraste neutro el énfasis sólo en la pintura. Una sutil raya en el fondo gris plata, que recorre el lado corto de la derecha del enmarcado, sirve de línea de apoyo para la leyenda de la obra: título y código de autores. La obra quedaba lista para su exhibición y posible venta: ¡Ojalá sirva para ayudar a Pili!, deseé cuando la entregué.

Varios momentos de la inauguración de la exposición a donde habíamos acudido muchos autores de las obras; algunos pintores --Alberto Corazón, Martín Ballesteros, Carlos Morago...-- y escultores --Salvador Fernández, Encarnación Hernández...-- de reconocida trayectoria artística. En la última instantánea fotográfica mi hija Miriam junto a Pili; inseparables

A la inauguración de la exposición acudió Pili acompañada por sus padres y familiares, no siendo preciso animarla ya que se percibía en su cara la alegría de estar arropada por los suyos y por un montón de amigos que la querían, y que sabía no iban a cejar hasta conseguir que aquella sonrisa suya fuera una constante en su vida. El mes anterior --noviembre-- en Barcelona había retomado la rehabilitación que comenzara en Madrid a fin de familiarizarse con las primeras prótesis de las piernas; proceso duro pero al que fue adaptándose poco a poco aquellos días que estuvo convaleciente en la ciudad condal con buen resultado final de tal suerte que en un momento de la velada de la inauguración Pili se levantó de la silla de ruedas y empezó a caminar cogiendo en brazos, incluso, a su sobrina y ahijada; fueron unos instantes intensos de gran emoción para nosotros y para Pili, a la que aplaudimos y seguiremos aplaudiendo por su lucha constante y su férrea voluntad sin opción al desaliento: "Hay que tirar para adelante", dice ella misma.

Con mis amigos y colegas Alejandro --arriba-- y Fernando --abajo--; apasionados de la arquitectura y del arte en general, con sus hijitos posando frente al cuadro expuesto. Gracias por vuestra inmediata respuesta a la convocatoria de tan emotivo acto

Una vez más el arte al rescate de las personas. Otra vez la generosidad del mundo de la creación ayudando a paliar las trágicas circunstancias de la vida de la gente. Ojalá logremos vender todas las obras y conseguir que Pili haga una vida lo más normal posible. Debemos conseguirlo. Aprovecho este post en el blog para publicitar la página web donde se pueden adquirir las obras que debido al corto tiempo de la exposición --escasamente dos semanas-- no fue posible su venta, quedando permanentemente abierta una página virtual para entre todos hacer posible los sueños más inmediatos de Pili: www.todosconpilar.es (Exposición virtual).

Gracias.

Los artistas del cuadro. Con mi hija Elena allá por los tiempos de la creatividad, cuando se inició la composición de la obra. Cualquier experiencia sirve... todo es bagaje que vamos acumulando... mejorando...; gracias por ser una hija excepcional



FranciscoMolinaGómez







2 comentarios:

  1. Me encantaría poder tener dinero para comprarlo. Es genial! no se como sigue todavia en venta. La gente no sabe apreciar el arte. Gracias papi. Te quiero.

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    1. ¡Hola, mi niña! Seguro que al final alguien adquirirá el cuadro. Alguien que sí aprecie el arte. Un beso grande.

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